Lisandra Chaves Leiva, Costa Rica. En el Pontificado del Papa Francisco vemos la referencia al tema del clericalismo como una constante. Es necesario mencionar algunos ejemplos: “El clericalismo es, a mi juicio, el peor mal que puede tener hoy la Iglesia”.[1] “El clericalismo es esencialmente hipócrita…el clericalismo es una verdadera perversión en la Iglesia, porque pretende […]
El Vademecum es un instrumento valioso, que viene en ayuda de quienes tratan directamente estos delitos de abuso sexual a menores y a los estudiosos del derecho canónico.
La prevención es una página nueva en la historia de la Iglesia; estamos iniciando una etapa.
Aquel líder que considera que para ser jefe debe de causar miedo ha fracasado como tal.
Las acciones del abusador son perversas, que destruyen la armonía de la comunidad.
Si no hay empatía con quien sufre, pocas cosas se pueden hacer.
Quien hace el bien no abusa del poder, no traiciona la confianza, no manipula conciencias, no abusa sexualmente.
“Las víctimas son primero”, y tienen que ser escuchadas, creídas, protegidas y ayudadas.
Donde otros sólo ven muerte, Jesús da certeza de vida nueva.
Hoy día en la Iglesia aun quedan estructuras que no protegen a los indefensos.